Esta investigación utiliza el enfoque SLC (School as Learning Comunities) como una filosofía y un sistema de actividades, no como una metodología, y se plantea como una reforma desde el aula. Así, la visión del SLC es:
La Escuela como Comunidad de Aprendizaje es la escuela en la que los niños crecen aprendiendo unos de otros, es la escuela en la que las y los docentes también crecen aprendiendo unos de otros. como profesionales, y es la escuela en la que los padres/tutores y los ciudadanos participan y colaboran en la reforma y crecen aprendiendo unos de otros. (Sato, 2024, p. 33, traducción propia).
Por su parte, las tres filosofías de SLC son:
1. Filosofía pública: El aprendizaje es un bien común y un derecho de todos.
2. Filosofía democrática: La escucha, la colaboración y la empatía fomentan las relaciones inclusivas e interculturales.
3. Filosofía de la excelencia: El aprendizaje implica retos e indagación profunda, promoviendo la creatividad, la curiosidad, la alegría de aprender y las habilidades cognitivas avanzadas (Sato, 2018a, 2024).
Estas filosofías se inspiran en la educación democrática de John Dewey (1938) y en el aprendizaje colaborativo de Vygotsky (1978), trasladados concretamente a las aulas a través de los estudios de lecciones de Japón desde la década de 1940 (Dudley, 2012, 2014). Estos enfoques han iniciado la profesionalización docente, fomentando la práctica reflexiva y las comunidades de aprendizaje en las que las y los docentes son reconocidos como especialistas en educación e investigación (Darling-Hammond, 2007; Hargreaves, 2012). Así, las comunidades de aprendizaje permiten a docentes ser como profesionales e investigadores, utilizando estudios de casos basados en el aula para la mejora continua.
Ecosistema educativo del SLC mexicano
El ecosistema educativo interconectado implica a un grupo diverso de protagonistas que ponen en el centro al estudiantado. Alrededor de este ecosistema se ubican como compañeras y compañeros al cuerpo docente, las familias, el personal directivo, de supervisión, de asesoría técnico-pedagógica, jefaturas de sector y otras autoridades educativas, tanto a nivel local como nacional.
La visión compartida de las ECA consiste en un proyecto amorosamente disruptivo que busca romper con la estructura tradicional de la escuela. Se trata de una forma comunitaria de cuidados que promueve vivir la democracia desde cada salón de clases. Asimismo, busca hacer hacer posible los ejes transversales de la Nueva Escuela Mexicana en el salón de clases: la igualdad de género, la interculturalidad crítica y la inclusión.
Ciclo anual del SLC - ECA
Este ciclo tiene una duración aproximada de un año e inicia en agosto, con el inicio del ciclo escolar. Este ciclo comienza con una reunión inicial para establecer los objetivos y los retos a trabajar durante todo el año; previo a ello se deben haber realizado los diagnósticos educativos específicos y tanto escuelas como docentes deben tener claridad sobre su participación en el proyecto. Una vez comenzado el ciclo, las y los docentes planifican las clases en colaboración y abren sus aulas a la observación por parte del equipo investigativo al menos tres veces al año. Allí se realizan los registros multimediales y los diarios de campo de cada visita. Después de cada proceso de observación, en el que participan docentes de otros centros, se entrevista a dos o tres estudiantes al respecto de sus experiencias de aprendizaje y se entrevistan docentes para que compartan sus reflexiones sobre el proceso de implementación. Después de tres ciclos (en el transcurso de un año escolar), se crea un estudio de caso para cada escuela con el fin de documentar su experiencia de aprendizaje. Estos estudios de casos y planes de lecciones se compartirán en la plataforma mexicana ECA (tipo landing page) creada para difundir los avances de la reforma escolar realizados durante el transcurso de este proyecto.
Ciclo anual de ECA
Ciclo anual del SLC - ECA
El proceso de implementación comienza con escuelas piloto, no vistas como escuelas modelo, sino que espacios dispuestos a iniciar una reforma basada en sus contextos, necesidades y posibilidades únicos. Así, estas escuelas forman parte de una red sin un eje central, en la que cada escuela se ve a sí misma como el centro, fomentando la solidaridad autoiniciada. De allí que cada escuela sirva de puente de articulación y acompañamiento para nuevas escuelas que se sumen al proceso educativo, conformando una red de trabajo colaborativo.
Las condiciones de participación para las escuelas debe incluir:
• Plena participación de la estructura del centro (estudiantes, docentes, directores, supervisores, etc.).
• Participación voluntaria con el apoyo de las autoridades educativas.
• Los y las docentes deben abrir las aulas para la observación y participar en el SLC tres veces al año.
• Estudios de casos anuales que reflexionan sobre los procesos de transformación.
Como se mencionó, el modelo de escuelas piloto inició con dos escuelas ubicadas en Tabasco y Tlaxcala. Se espera que en esta primera fase se sumen escuelas piloto en Ciudad de México, Puebla y Chihuahua, y que por invitación se sumen nuevas escuelas la red de Tlaxcala - Zona Escolar 5, en Toluca y en Ciudad de México.